Hay una anécdota de Albert Einstein que me gusta recordar cuando encuentro que las parejas, dentro del proceso terapéutico, no logran dilucidar los conflictos de la manera mas asertiva. Para explicar la ley de la relatividad, el Dr. Einstein se montaba en una patineta y se desplazaba de un lugar al otro del auditorio, cuando finalizaba el recorrido le preguntaba a los asistentes, quién se había desplazado?, generalmente todos respondían; usted, Dr. Einstein, a lo que él respondía, eso es lo relativo de la ley, desde donde yo estaba quienes se movían eran ustedes.
Los conflictos al interior de la relación generalmente se fortalecen por la mirada que cada uno de los miembros de la relación tienen del mismo. lo que mas cuesta al interior del conflicto es cambiar la perspectiva que se tiene de él.
Generalmente nuestra mirada responde al sistema de creencias con el que hemos crecido y que no necesariamente por ser nuestro, es una verdad absoluta. Por ello entender que el conflicto desaparece solo si cambiamos la perspectiva del mismo, debiera ser la estrategia acertada para no ahondar en la disfuncionalidad de la relación.
Cómo se logra?, muy sencillo. Es solo realizar un proceso reflexivo de las diferentes formas de actuar que cada uno tiene. Por ejemplo, revise cómo usted resuelve un problema cotidiano en su entorno familiar o laboral; las palabras que usa, los actos que realiza, su postura corporal, la mirada que pone, los pensamientos que vienen a la cabeza, todas esas cosas encontrara usted, son actos repetitivos, pautas disfuncionales que a lo largo del tiempo lo han llevado a profundizar los conflictos y a no solucionarlos. si usted hace consciente esos momentos entonces el paso a seguir es hacer un giro de 180°. Si frente a un conflicto de pareja, lo primero que usted hace es pensar que su vida es una desgracia, entonces detenerse un momento y reflexionar que esto que le esta pasando en este momento en su vida se da por alguna razón que aun usted desconoce pero que le permitirá darle un giro a su forma de relacionarse, habrá entendido la perspectiva. Los hombres somos muy dados a simplificarlo todo, en cambio las mujeres necesitan no solo encontrar razones de por que se dan las cosas sino el para qué de las mismas. cuando uno en pareja se da esa posibilidad de cambiar esa perspectiva e intentar darle una mirada a los conflictos distinta a la que siempre ha utilizado, la solución estará mas cerca de lo que creemos.
Es importante construir entre la pareja un sistema de creencias compartido, revisar los constructos que se tienen hacia el amor, la lealtad, la fidelidad, el engaño, el desamor y los valores que muy probablemente desean incorporar en su dinámica relacional.
Otro elemento importante a revisar son los mitos familiares, que de generación en generación, han venido estableciéndose en cada uno y que muchas veces no nos permiten actuar de manera liberada sino muy apegados a la familia de origen. Tener mitos, cosas en las que la pareja cree, distintos a los que nos fueron heredados cultural y familiarmente, nos permitirá tener nuevas perspectivas frente a los conflictos en la relación. No huya de las dificultades, pero si busque la forma en que ellas se resuelvan sin que el dolor medie de por medio.
como siempre, gracias por sus comentarios.
