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jueves, 14 de diciembre de 2017

Premiar sin razón en la infancia, abre paso a la corrupción en la adultez.

Hola queridos lectores, me pareció prudente este artículo hoy por dos razones fundamentales: 1. porque estamos a portas de navidad, época en donde generalmente como tradición, les hacemos cierto tipo de regalos a nuestros hijos o familiares mas pequeños. 2. Porque es en ésta época temprana de la vida, la infancia, donde podremos generar una impronta en nuestros hijos entorno a la obtención de premios o regalos a partir de haber cumplido con sus pequeñas responsabilidades académica o comportamentales.

Recuerdo mucho una sesión terapéutica en donde una madre me presentaba el siguiente dilema como parte de un conflicto emocional con su hijo.
-Dr, mi hijo pasó 5° y yo desde el principio del año  le prometí el mejor X Box si eso sucedía, pero la verdad es que se ha portado tan mal que ya no sé si sea adecuado dárselo, aunque también creo, que es preferible no romper la promesa que le hice.

En esta consulta había un par de elementos que propendían con el paso del
tiempo, a fortalecer un comportamiento social disfuncional en el niño, que no solo se iba a mantener en su adultez sino que,  se va a prolongar  en un espiral que al final no tendrá limite; la promesa y la razón. 

Una promesa se puede romper? claro que si, cuando dicha promesa va en contra de un valor o de un principio, que al momento de hacerla, no se estaba poniendo en juego. Para los niños y me ha sucedido con mi hijo que tiene 6 años, las promesas son un juego. Suelen prometer cosas para la obtención inmediata de un beneficio y como parte del mismo juego rompen la promesa al mismo tiempo que aparece la risa. De esa misma manera se puede trabajar desde el adulto. Cuando entendemos que lo prometido va a fortalecer un comportamiento disfuncional en el niño, no solo es deber de sus padres sino obligación, cambiar la promesa aunque ésto genere un malestar y total incomprensión en el hijo. Recuerde usted es el padre no el amigo.

La razón por la cual esta madre en consulta le hacia un obsequio a su hijo, también es materia de reflexión. Soy de la opinión que no debemos hacer éste tipo de regalos a nuestros hijos por cumplir con sus deberes y responsabilidades académicas. Esto les enseñará a tener ética y juicio moral, por que reconocerán que el único logro de hacer lo que se  debe, es la satisfacción de haber cumplido. Cuando nuestros hijos crecen bajo estos parámetros difícilmente en la edad adulta, cederán a la tentación de involucrarse en actos delictivos por que su juicio de valor será muy fuerte. No supone ésto que no podamos reconocerle  sus resultados de una manera distinta cuando éstos se dan. Al contrario, connotarlos positivamente es importante, sin la necesidad de asociar dicha connotación a un regalo. En cambio, valorar los comportamientos sociales de nuestros hijos como el hecho de portarse muy bien en sus jornadas académicas, desarrollar ciertas habilidades como la tolerancia, la constancia, la amistad, el buen juicio, el relacionamiento social adecuado, si pueden ser objeto de ciertas compensaciones materiales que negociadas con nuestros hijos, permitirán fortalecer la aparición de esos comportamientos deseados. 

Esa estrategia organizacional de la zanahoria y el garrote en los vínculos y la interacción familiar no es adecuada. Todo niño sabrá reconocer mejor, cuando sus padres se vinculan con ellos a través del afecto y del amor, con disciplina y autoridad, sin que eso signifique que tenga que mediar el premio y el castigo.

Trabajarlo de esta manera hará que nuestros hijos sean menos proclives a acceder al juego de la corrupción, cuando ciertas personas creen que todo comportamiento relacionado al cumplimiento de sus responsabilidades tiene un precio. 

Gracias por su lectura.

lunes, 27 de febrero de 2017

Y nosotros cómo sociedad que?

Cada tres dias ocurre un femenicidio en Colombia, inclusive hay cifras que demuestran que son 4 feminicidios diarios, atrocidades como las cometidas por Luis Alfredo Garavito, que abuso sexualmente y mato cerca de 200 niños o las cometidas por el arquitecto Rafael Uribe Noguera cuando secuestró, abusó y mató a la niña Yuliana Andrea Samboní de tan solo 7 años y con todo lo sueños de infancia intactos, no son sino una muestra de la descomposición social de nuestro país. 

50 billones de pesos al año se pierden por corrupción, tenemos una clase política voraz, insaciable y que se multiplica como los panes y los peces cada vez que uno de ellos sale del ruedo politico por que finalmente es juzgado y condenado. Eso si, cuando el juez no lo deja libre por no ser un peligro para la sociedad. 

La pregunta es ¿por qué pasa esto?, por qué somos tierra fertil para los corruptos y los asesinos?. Tal vez y solo tal vez la respuesta está en el tipo de hijos que estamos criando, por que bien que mal, los ejemplos expuestos anteriormente, mas todos aquellos otros que hacen parte de la interminable lista de protagonistas de la horrible noche que aún no cesa en este pais, tuvieron unos padres, una familia y un contexto social. Yo soy psicólogo, le dejo el contexto social para que lo estudien los antropólogos y las familias a los sociólogos, pero permitanme hablar de los padres.
Cuando trabajo los seminarios en colegios y jardines infantiles siempre dejo de presente que mis posturas responden a mis años de experiencia en el campo clínico y que hablo en nombre propio, no de los psicologos de Colombia. Por que este tipo de tematicas pueden tener muchas aristas, defensores y detractores, asi que repondo por lo que escribo.

Que estamos criando:
1. Princesas. Le hemos comprado al cine algunos estereotipos que en nada se parecen a la realidad. No hay nada mas cercano a la inutilidad que una princesa. los referentes del comportamiento de una niña como esas solo se limitan a las pocas casas reales que aun perduran en Europa y en otras latitudes y que en nada se parecen a los imaginarios colectivos que tenemos de las películas. Las princesas son una farsa, irreales, bufonicas, no existen. Pero como padres las criamos como tal. Entonces nuestras hijas crecen en un mundo irreal, de fantasia, desconocen las calles que transitan, suponen que el transmilenio es una carruaje destinado solo a las clases menos favorecidas. Y por lo general terminan casadas con un plebeyo, que una vez las saca de su mundo imaginario las violenta fisica y emocionalmente hasta que, mas por el dolor que por dignidad, son capaces de compartir su desgracia. No crie a su hija como una princesa, hay un mundo alla afuera para el cual ella debe estar preparada.

2. Inutilinnials; creo que me acabo de inventar esta palabra, pero describe lo que quiero decir, niños inmersos en la tecnologia cien por ciento habiles en el manejo de todo lo que tenga que ver con los adelantos de este nuevo milenio, pero inutiles para todo lo demás. No saben tender una cama, no saben lavar un plato, no conocen palabras como jabon, loza, lavadero, conocen algunos electrodomesticos pero no tienen muy claro sus usos. Son unos niños que creen que el mundo solo llega hasta lo que sus sutiles dedos puedan oprimir. Generalmente inteligentes pero poco comunicativos, se enojan por que les piden un favor y suponen no pertenecer a esa clase de personas que entendemos que en la vida hay que ayudar cuando se tiene convivencia. Estos niños poco se interesan por los demas, no les afecta el mundo si no tiene que ver con su entorno mas cercano. No crie a su hijo como un INUTILINNIALS. 

3. Malcriados; realmente la mala educación no puede asociarse a un grupo de edad específico, pero si puede asociarse a los comportamientos que los padres tienen para que estos niños crezcan asi. Generalmente no hay normas, no hay límites, todo les es permitido en aras de salvaguardar su mundo emocional. Le tengo una noticia a estos padres, no existe documentado en las investigaciones sobre pautas de crianza, que un llamado de atención, una subida de voz, un NO en el momento adecuado, un fuerte regaño e inclusive acudir cuando se haya acabado el discurso a lo que se conoce con el nombre de chancleta, no ha generado ningun tipo de trastorno emocional conocido. Querido padre ponga límites, normas, reglas, en la casa mandan papá y mamá y sus hijos solo tienen una obligación, se llama OBEDECER.

A nuestra sociedad que se escandaliza por todos los actos aberrantes que dia a dia suceden en nuestro pais, quiero decirles que este no es un tema solo de fiscales, jueces o leyes. Es un tema de todos, de comprometernos con el cambio en las formas de criar, de no ser tan permisivos cuando nuestros hijos asumen comportamientos socialmente disfuncionales, que la disciplina y la autoridad son necesarias. Si paralelo a las caminatas que se organizan cada vez que una de estas tragedias nos conmueve, desarrollaramos estrategias de crianza y sana convivencia, en donde la etica y los valores estuvieran presentes, algun dia, no tendriamos que marchar mas. 

Y que decir de los colegios y universidades, en donde la relación entre docentes y estudiantes ahora se da en la ausencia total de un marco de mutuo respeto. En donde la calidad del conocimiento va en franca búsqueda de estandares altos de aceptación por las academias americanas y europeas, pero en detrimento de los mínimos parametros de ética y principios que deberian regir nuestro comportamiento. Muchos derechos para los niños y adolescentes pero pocos deberes. Se legisla cada vez mas en la cantidad de libertades que debemos tener para vivir en sociedad, pero hasta para las libertades hay un limite. Ningún criminal, corrupto, inadaptado, nace asi. Es el producto en principio de la ausencia de un marco familiar que deberia proveer las pautas de crianza necesarias para formar verdaderos seres humanos. 

Como siempre, gracias por sus comentarios.