No existe una estadística fiel que permita determinar en que época se han presentado mas uniones maritales con una diferencia de edad superior a los 20 años. Sin embargo trazando una línea en el tiempo desde los años 50 hasta los actuales, el amor ha transitado por diferentes escenarios y uno de ellos ha sido unir en convivencia a quienes presentan una diferencia de edad, que a los ojos de desprevenidos críticos, puede ser una de las razones para que las relaciones de pareja no funcionen. Pero la realidad es otra, mi experiencia clínica me ha demostrado que no necesariamente tener una pareja de la misma edad, garantiza una relación estable y placentera.
Lo primero es poder enfrentar el temor "al que dirán", usualmente cuando la mujer establece una relación con un hombre mayor, el murmullo social ejerce siempre una presión que gira en torno a las razones "reales" por las cuales ella pudo fijarse en un hombre con una diferencia de edad tan radical. Es inevitable pensar que una de las razones vitales por las cuales este tipo de relaciones se presentan tengan que estar mediadas por el dinero, por que somos una sociedad que busca tener contextos que nos brinden seguridad emocional y estabilidad económica. Lo cual no necesariamente supone que toda búsqueda de pareja se haga con ese fin.
Pero que puede atraer a un hombre o una mujer joven con una pareja mayor?
1. La madurez. Aunque ésta no siempre tiene que estar asociada a los años o a una edad determinada, si es claro que la experiencia con el paso del tiempo generan una perspectiva de la vida muy distinta a cuando se es joven. Se hace una comprensión diferente de lo que es importante y de lo que es urgente, se establecen ciertas prioridades por que se entiende que no todo en la vida es rumba y diversión, por que se propende por una vida de mayor calidad, de menos riesgos y mayores certezas.
2. Cuando uno de los miembros de la pareja es mayor de 25 años y su pareja sobrepasa los 40, las motivaciones e intereses de ambos pueden ser mas afines. Antes de los 25 difícilmente pueden haber cosas comunes. Pero después de ellos si, a esa edad uno comienza a cansarse de encontrar tantas cosas banales a su alrededor, el hecho de que ya se hayan trasegado escenarios académicos como la universidad, ya van exigiendo cosas diferentes de la vida, lo que hace que éste tipo de relaciones, se puedan volver mas atractivas.
3. El sexo también tiene un apartado importante. Es claro que en la juventud, las relaciones sexuales pueden estar mas cargadas de deseo, de pasión, de libido pura. Sin embargo con el paso de los años, el sexo comienza hacer parte del camino y no su destino final. Eso supone que la pareja mayor se ocupa de enriquecer todos los escenarios que muy probablemente harán parte de un antepaso de la sexualidad compartida. En muchas ocasiones el preludio de la obra puede ser tan placentero como el acto final.
4. La solvencia económica. Por supuesto que ésto hace parte del entramado afectivo. A quien no le gusta tener alguna certeza de no transitar por vicisitudes económicas que le impidan de alguna manera cumplir con sus sueños e ilusiones?, lo que no necesariamente supone que la relación tenga que estar basada en lo económico. Si al lado de ésto se construyen unos propósitos compartidos, comunes a la pareja, que les permitan reconocerse en espacios distintos a lo que simplemente supone el dinero, eso marcará una diferencial sustancial para que la relación de pareja se fortalezca.
4. Sentirse importante y atraído por la pareja joven. Nada mas enriquecedor en una relación que despertar mutuamente admiración. Eso es fundamental, sentirse admirado por el otro, reconocido positivamente, valorado por lo que representa, todos estos elementos enriquecen una relación de pareja. Generalmente las relaciones con personas que tienen la misma edad no logran desarrollar esta admiración mutua, pues es el paso de los años y del tiempo la que le permiten consolidarlo. No quiere decir que sea una regla general, pero evidentemente una persona mayor ha obtenido unos logros profesionales o un reconocimiento social que para su pareja puede ser altamente llamativo.
Finalmente ésto no supone que las parejas que tienen una edad similar no sean felices, por supuesto que si. Solo que no debemos descalificar aquellas parejas en donde la diferencia de edad sea evidente. Tal vez para ellos las expectativas, la proyección que se tiene como persona y los proyectos compartidos con el otro, con una diferencia de edad marcada en el tiempo, terminan enriqueciendo a quien encuentran compartiendo dicha relación de una manera diferente e igualmente gratificante. No es la edad lo que realmente hace que una pareja triunfe o no en una relación, es el compromiso, la lealtad, la fidelidad, la entrega, la proyección compartida y la suma de intereses y motivaciones conjuntas las que permiten que las relaciones de pareja tengan mas garantía de éxito que de fracaso.