Cuando me invitaron de la
Asociación de Padres de Familia del Liceo Cervantes a dictar
una charla sobre la adolescencia, me pareció un espacio importante para
aprovechar, con los padres de familia allí presentes, intentar cambiar la
percepción que se tiene, de uno de los ciclos vitales más bellos pero también
más vapuleado por todos; el ser adolescente. Y
es que a lo largo de mi experiencia clínica lo que he observado entre
padres e hijos es una lucha titánica, entre ambas generaciones, para hacerle
entender el uno al otro, que no esta haciendo nada distinto que responder a la
moda y a las imposiciones culturales de ese momento. Si, pareciera extraño,
pero en su medida ambos tienen la razón; los hijos, por pretender vivir con las
angustiantes preocupaciones de sus padres que terminan limitando y cohibiendo
algunos espacios que si bien no son enriquecedores son necesarios para aprender
a vivir. Y los padres, por que en estas épocas de libertinaje, sexo arriesgado,
embarazos prematuros, drogas sin control, tienen el temor de que sus hijos
salgan lastimados. En esta charla no podremos dar respuesta ni solución a todas
las inquietudes y problemáticas del adolescente, pero de lo que si estoy
seguro, es que encontraremos unas herramientas eficaces, que utilizadas de
manera asertiva, nos permitirán establecer una relación afectiva menos
traumática con nuestros hijos.
Dos mitos a vencer en la adolescencia:
- Que la actitud depende de la edad: es usual encontrar padres de familia que justifican los comportamientos y pautas disfuncionales de sus hijos por la edad cronológica que tienen. Esto es un error. Las pautas relacionales que tenemos como seres humanos se forman a partir de las vivencias y las experiencias que tenemos y esto se da desde que somos pequeños. Por ello cuando se es niño, contar con modelos ejemplificantes es fundamental.
Nuestra actitud depende en gran medida de lo que se
nos ha permitido hacer en términos de límites. Si estar de mal genio o ser
rebeldes sin causa, nos ha funcionado, simplemente lo asumimos como una postura
en el tiempo.
- Que hay genética en la actitud de nuestros hijos: la genética esta al servicio de lo social, esa es una discusión que quedo saldada desde la época de Vigotsky y Jean Piaget. Puede más el contexto social y las pautas de crianza de nuestros padres que lo que traemos en nuestros genes. La timidez, la introversión, la desconfianza, la inseguridad, los miedos y muchas mas, son pautas que desde pequeños fueron aceptadas por que nos brindaron un beneficio secundario y de esta manera las fortalecimos inclusive en la adultez. Cuando nuestros hijos presentan estas mismas pautas recordamos que así fuimos nosotros y no hacemos nada por cambiarlas.
Estoy seguro que cambiar los anteriores mitos nos permitirá acercarnos
de una manera más eficaz a nuestros hijos. Para que este proceso sea mas sólido es
importante revisar el contexto en el que desenvolverá el adolescente y las
situaciones que tendrá que enfrentar en cada uno de ellos.
Voy a compartir con ustedes algunos postulados de Fishman, 1990. Cuando
habla de la terapia familiar con adolescentes.
PROBLEMAS QUE SE ENFRENTAN EN LA ADOLESCENCIA
- Búsqueda de la propia identidad: el adolescente busca su identidad dentro de un contexto familiar –y social- en el que los demás miembros de la familia también están adaptándose a una nueva etapa de su ciclo vital. La meta terapéutica no es que el adolescente huya del hogar, sino que salga de él y que al hacerlo mantenga una relación adecuadamente protectora para ambas generaciones (Grotevant y Cooper 1985)
- Competencia social: la familia permite aprender y mantener reglas de interacción social, adecuadas o inadecuadas, que se generalizan mas tarde a las situaciones externas. En consecuencia ante la presencia de un síntoma en un adolescente conviene abordar no solo los patrones familiares , sino también los sociales. Pueden encontrarse, en el medio externo, patrones disfuncionales que terminan afectando al sistema familiar.
- Narcisismo adolescente: el adolescente se caracteriza por considerarse el centro de atención familiar. Cuando presenta conductas problemáticas , el narcisismo propio de esta edad le hace sentirse omnipotente, de tal forma que juzga innecesario adaptarse a las realidades sociales. El muchacho únicamente se ve obligado a cambiar cuando experimenta la necesidad de valerse por sí mismo. Por ello para lograr que madure es imprescindible hacerle abandonar ese narcisismo, creando una crisis existencial mediante la experiencia del distanciamiento de sus padres.
- Separación: se debe intentar que los miembros de la familia consigan una separación sin alienación, para lo
cual debe alejarse el adolescente y tratar de establecer luego, un tipo de
relación mas igualitaria.
QUE ES NORMAL EN LA ADOLESCENCIA?
- Predisposición a las emociones como: ira, cólera, impaciencia, desilusión.
- Desacuerdos entre padres e hijos.
- Pasar mayor tiempo con amigos.
- Asumir riesgos.
- Problemas emocionales
QUE HACER?
- No asociar la preocupación de los padres con los periodos de incertidumbre , confusión e infelicidad experimentado por los adolescentes
- Suministrar una base segura, siempre debe haber una línea de autoridad y no establecer alianzas entre un padre y un hijo contra el otro padre.
- Las reglas y las normas deben ser claras
- Ser siempre fuente de consejo, simpatía y afabilidad.
- Escuchar
- No esperar que los hijos agradezcan, hasta que ellos no tengan sus propios hijos no se darán cuenta de lo agotadora que resulta la tarea de educar.
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