Muchos de los conceptos que se abordan
en esta conferencia, fueron extraídos del trabajo investigativo desarrollado
por CINTERFOR Centro Interamericano de Investigación y Documentación sobre
Formación Profesional. Dicho trabajo ha
involucrado a adolescentes de diferentes nacionalidades con el ánimo de
construir espacios de reflexión frente al quehacer del adolescente.
Estilo de vida saludable, es aquel que
permite ir introduciendo en la manera de vivir de las personas, pautas de
conductas, que tanto individual como colectivamente de forma cotidiana, mejora
su calidad de vida.
En el sector que nos ocupa,
los jóvenes, parece evidente que es en su relación con los amigos, en la calle
y los medios de comunicación, los factores externos más determinantes en
influenciar sus estilos de vida, y por tanto fundamentales a tener en cuenta si
queremos profundizar en su estudio.
Todo estilo de vida está
favorecido por los hábitos, costumbres, modas, valores ... existentes y
dominantes en cada momento en cada comunidad; estos factores enumerados tienen
como característica común que son aprendidos y por tanto modificables a lo
largo de toda la vida.
Es por ello por lo que
resulta evidente la necesidad de conocer estos hábitos, costumbres, modas y
valores. Entre los elementos que podemos considerar "favorecedores"
de inducir a los jóvenes a adoptar estilos de vida sanos, destacaremos:
- saber utilizar de forma positiva la publicidad
- empleo generalizado entre los jóvenes del deporte como forma de empleo del ocio
- prevalencia de una cultura que apoye y defienda que los recursos naturales son limitados
- existencia de asociacionismo juvenil y óptima participación de los jóvenes en su comunidad
- hábitos culturales y deportivos en el empleo del tiempo libre
- buen uso de los servicios públicos
- comunidad potenciadora de las redes de apoyo social
- comunidad reconocedora de las conductas positivas.
Entre los elementos que se
han detectado como "desfavorecedores" o sea que pueden estar
dificultando estilos de vida sanos o potenciando prácticas de riesgo para la
salud, destacaremos por su importancia y frecuencia entre los jóvenes:
- abuso de drogas
- moda de fumar en los adolescentes
- insolidaridad como valor en alza
- cultura de la violencia, agresividad
- temprano comienzo y mal uso de las bebidas alcohólicas
- incorrectos hábitos de relación sexual
- fomento de la competitividad entre los jóvenes
- recursos necesario poco accesibles.
Con este
análisis y trabajo práctico de los elementos que están influyendo de una forma
u otra en los modelos de estilos de la juventud, estaremos en disposición de
situarnos mejor en la tarea de utilizar las estrategias más adecuadas y los
métodos más idóneos para tratar de fomentar en los jóvenes estilos de vida más
saludables, lo cual lleva consigo como primera premisa Implicar a todo el
entramado social, para conseguir que la oferta de modelos de conducta
generadoras de salud sea más amplia y atrayente.
La anterior es función implícita de los educadores no formales como los
padres de familia. Recordemos que son ellos los modelos ejemplificantes de los
niños y que a través de sus pautas
relacionales será mucho más fácil fortalecer
estilos de vida saludables en nuestros hijos. Esta invitación es simplemente
para involucrar dentro de las dinámicas familiares; actividades que permitan la
cercanía afectiva entre padres e hijos y espacios en donde, ellos como
adolescentes, puedan reflexionar frente sus posturas ante la vida. Dichos
espacios se construyen cuando tienen la posibilidad de compartir con sus
iguales.
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