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jueves, 13 de febrero de 2014

La televisión y el vínculo familiar.

Ibamos caminando, mi padre y yo, hacia la calle 80, en busqueda del trolebús, que en esa época hacia parte del servicio público de Bogotá. no dejaba de ser una experiencia agradable, pues funcionaban  con luz electrica, como quien dice, estabamos metidos en el cuento del cuidado del medio ambiente pero de pura carambola. Por la calle 80 habia una línea que de occidente a oriente tomaba la cra 24 con rumbo al sur de la ciudad. Estos llamativos trolebuses, que tenian unas tirantas que de pequeño se veian largas, eran lugares comunes, que como pasó con el transmilenio en sus inicios en el 2001, se utilizaba inclusive, de pura curiosidad. Pues bien, nuestro destino eran las instalaciones de la televisora nacional, ubicada en la calle 26 y desde donde se transmitia en directo un programa familiar llamado animalandia, conducido por un simpatiquisimo señor de voz ronca que era conocido con el nombre de Pacheco. Si, nuestro Pacheco. 
A lo largo de la calle 26 y sin entender porqué, varias familias iban al trote con pesados colchones de diferentes dimensiones, adultos y niños en una carrera contra el tiempo y en pura berraca, corrian hacia las mismas instalaciones que nosotros con el ánimo de llegar primeros. Mi papá, me cogio de la mano y me dijo "apure mijo, que el programa ya empezó". Cuando llegamos, en medio de un sol inclemente, por que a Pacheco nunca le llovia mientras hacia el programa, nos fuimos encontrando con muchas personas, muchos colchones, loras y loros en los hombros de otras tantas gentes, un señor subiendose a una vara que parecia un boligrafo kilométrico totalmente engrasado, tres payasos (Pernito, tuerquita y bebé) que mojaban y untaban de pastel a Don Pacheco, familias compitiendo en carrera de encostalados, y unas camaras grandes transmitiendo todo lo que sucedia en ese estudio natural donde se realizaba el programa. 


Ese fué el año de 1975, 38 años despues he comenzado a entender por que en esa época todo se percibis distinto. Igual que ahora habian ladrones, menos pero los había, los políticos eran menos corruptos, las empresas distritales como las de ahora, tambien andaban en crisis, de hecho, la encargada de los trolebuses siempre estuvo quebrada. Pero habia algo totalmente diferente a lo que hay hoy, Las familias. En ese entonces, bastaba solo con haber ido una vez no mas a ese programa para entender como se divertía la familia Colombiana. y es que era sensacional ver como tres payasos corrian con una par de baldes haciendo cualquier cantidad de maromas para no caerse, con el único fin de echar una gran cantidad de confeti hacia el público, quien se agachaba, como si el confeti en realidad fuera a mojar. Pero mientras todo esto pasaba, uno echaba mano a la presa, por que mi papá sabia que el programa era largo y que eso con hambre tampoco aguantaba, así que antes de llegar se compraba media gallina con la consabida papa criolla que servia de acompañante y la gaseosita Colombiana que era gratuita para quienes haciamos parte del público. llegaban familias enteras con unos abuelitos de 80 y 90 años, familias disfrazadas todos de verde o el color elegido ese dia para el concurso, gente que llevaba perros y gatos por que para ellos tambien habia espacio,  todo el mundo ganaba, todo el mundo sonreia, todo el mundo comia, todo el mundo se divertia y al final del programa, todos se devolvian para sus casas con los colchones, las loras y los loros, los perros y los gatos,  los premios conseguidos y los abuelitos de 80 y 90 años, que aunque ese dia no habian ganado tambien la habian pasado bueno.

La televisión no es mala. la gran experiencia de esa época para mi, fue haber compartido con mi papá una tarde de diversión, con muchas otra familias, que nos llevaron a fortalecer unos vínculos afectivos que hasta el día de hoy se  mantienen. tal vez de mis hermanos, el mas cercano a él soy yo y eso fue gracias a animalandia. Por que desde ese domingo en adelante, cuando ya lo veiamos solo por televisión cruzabamos nuestra mirada como diciendo "ahí estuvimos nosostros".
Hoy los programas son distintos, y es importante como padres adaptarse tambien a estos cambios e innovaciones.  ver television con nuestros hijos, incluyendo aquellos programas que son generadores de violencia y libertinaje, nos sirven para filiar nuestros vínculos con ellos. Cuando en ese escenario compartimos una palabras y debatimos el porque de la realidad que nos muestra la pantalla, entonces alli estaremos generando un espacio que les permitira a nuestros hijos tener mas cercanía y por ende confianza en nosotros. 
Tenemos que aprender a ver el lado positivo de aquello que nos parece negativo. limitar a nuestros hijos el acceso a la televisión o a la tecnología virtual es una batalla épica que solo nos conduce al fracaso. pero intentar ser complices de ellos, para compartir estos espacios nos puede representar un beneficio mutuo.
Animalandia desapareció con el paso de los años, Pacheco murió en estos días llevandose el cariño de millones de Colombianos, la televisión ahora es por cable y recibimos mas de 60 canales para nuestra diversión y esparcimiento, la televisión en blanco y negro hace parte de la historia, lo único que me queda ahora de ese momento es el cariño hacia mi papá y la gratitud por que hubiera intentado acercarse a mi, compartiendo en vivo un programa que despues se convirtio en ritual ver cada domingo,  a través de algo que aun creemos nos aleja, la televisión.

Gracias por su amable lectura.

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