Hace unos días me pidieron escribir un artículo sobre lo nefasto que había sido el año 2020 que finalmente esta expirando. Sin embargo, sin dejar de reconocer que fue difícil para muchas personas que conozco, por que la partida prematura de seres que amamos por culpa del virus no es fácil de aceptar, por que la pérdida del trabajo para muchas otras personas también generó una situación crítica en muchas familias, este año de pandemia nos ha dejado muchos aprendizajes.
El primer aprendizaje. Todas las experiencias vividas nos enfrentaron a percibir la capacidad de tolerancia que tenemos frente a la frustración. Porque trabajar desde casa, compartir los espacios con todos los miembros de la familia, vernos ya no en la mañana ni al final del día sino durante todo el día, compartir los aparatos tecnológicos al mismo tiempo por que todos tenían necesidad del portátil, la tableta , etc, sentir inconformidad con nuestro operador de cable por que las 10 megas de los planes usuales ahora eran insuficientes para sostener conectados a tantas personas al mismo tiempo dentro del mismo hogar, generaron mucha frustración por que todos estos eventos fueron circunstanciales. Revisar esa capacidad es importante, ser mas tolerantes, cómplices, comprensivos y cercanos, es la herramienta para encontrarnos mejor.
El segundo aprendizaje. Aprender a valorar aquello con lo que convivíamos tanto pero que no apreciábamos como ahora; la posibilidad de movilizarnos libremente. Que difícil fue confinarnos, encerrarnos, enclaustrarnos voluntariamente, por el temor del contagio. Aprendimos lo bonito que es la libertad, lo bello que es podernos movilizar hacia donde queramos cuando queramos y como queramos.
El tercer aprendizaje fue aprender que la naturaleza es sabia. Que nos enseñó la importancia de la vida, de apreciarla, de comprender que las normas y las reglas son básicas para coexistir.
El cuarto aprendizaje tiene que ver con el amor, aprendimos que era mejor relacionarnos a través del afecto y del cariño que a través de la violencia. Q el amor nos enseña a ser mas cercanos, a sentirnos más unidos y a extrañarnos con el corazón.
Y el quinto y último aprendizaje tuvo que ver con el valor de la familia y los amigos. Aprendimos lo importante que es compartir con quienes amamos y nos aman. La falta que nos hacen aquellos que por la distancia solo podíamos ver a través de la virtualidad. Y lo bonito que han sido los reencuentros cuando hemos podido compartir con quienes son cercanos afectivamente.
Finalmente los invito a comprender la virtualidad como otra posibilidad mas de hacer las cosas en la vida. la pandemia nos enseño que ésta es una herramienta perfecta para desarrollar otras habilidades que pensábamos no teníamos o que nos negábamos a desarrollar. La naturaleza nos demostró que el ser humano es infinito en sus posibilidades, y que necesitamos acudir a nuestros intereses y motivaciones internas para explorar todo el potencial que tenemos como personas. No solo sobreviviremos a esta pandemia sino a muchas mas, por que también aprendimos a ser diferentes, a ser solidarios con el prójimo, a querer los espacios naturales, a amar nuestra tierra.
Feliz año nuevo para todos aquellos que se toman un minuto de su tiempo, para leer estos artículos. Les deseo mucha sabiduría para tomar las decisiones acertadas en el 2021 que ya se aproxima y mucha salud para disfrutarlas. Un abrazo fraterno.