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miércoles, 27 de mayo de 2020

Cuarentena y pauta depresiva en niños.

Hola queridos amigos y amigas, sea esta la oportunidad de enviarles un saludo y un abrazo a todos los que trasegamos por éste mundo de la crianza y la educación. Quiero invitarlos a compartir una reflexión que he venido haciendo de varios días atrás, sobre un fenómeno que me viene pareciendo complicado para el mundo de los niños.

Quienes me conocen saben que en mis procesos terapéuticos involucro los escenarios lúdicos (Gimnasio de escalar), como parte del proceso, en la búsqueda de articular los sistemas familiares en una actividad que rompa con los esquemas a veces rígidos de los mismos sistemas. La razón para hacer esto es que es muy importante integrar el desarrollo de las habilidades motrices, con el desarrollo de las habilidades cognitivas, para que los niños con sus propios recursos logren posibilitar la presencia de algunas expresiones emocionales y fortalecer otras que les van a servir en su proceso relacional con sus familias y en el contexto académico con sus pares e iguales. Sin embargo, en éstas épocas de pandemia y de confinamiento no elegido por los adultos y mucho menos por los niños, la virtualidad está generando un problema aún mayor en el ámbito afectivo de los mas pequeños y es allí en donde quiero hacer un llamado de atención a padres de familia y docentes. 

En días pasados le preguntaba a mi hijo por sus compañeros de clase y me respondía que no sabia mucho de ellos, le pregunté el porqué y su respuesta fue concreta; "papi en la sala de chat vamos a estudiar y no a hablar entre nosotros". Me quedé pensando en todo lo que eso puede generar en un niño, cuando el principio fundamental de la escuela es precisamente la socialización, que a través de la interacción, genera todos los procesos de aprendizaje que tienen nuestros hijos. Cuando ellos estudian, experimentan, desarrollan o realizan cualquier actividad al interior del contexto educativo, ésta se encuentra mediada por la interacción social, lo que supone cualquier tipo de contacto con profesoras, compañeros, asistente en la ruta y demás personas que componen el quehacer cotidiano de una institución educativa. En pocas palabras los niños y niñas reciben afecto en cada una de sus actividades cuando realizan sus jornadas académicas de manera presencial. Cuando un infante se enoja, se molesta, se pone feliz, esta triste, o con algún dolor físico, todos esos procesos están determinados por las palabras que son las que logran conectarlos con el mundo que los rodea. Pero la virtualidad a limitado ese escenario. Cuando los niños se conectan a sus clases pueden recibir una cantidad de elementos que de manera recursiva las y los docentes logran transmitir, se construye conocimiento en gran parte del proceso pero esta totalmente desprovisto del nivel afectivo. Y ese es el punto que me viene generando preocupación. Al estar en la virtualidad los niños y las niñas pueden volverse mas aislados, mas distantes social y afectivamente, su mundo es mas individual que cooperativo, sus interacciones son mucho mas limitadas, no están mediadas por el contacto con sus compañeros de clase ni con sus amigos de juegos y si a esto le unimos sistemas familiares poco afectuosos, poco tolerantes a la frustración y al conflicto, se está incubando una bomba de tiempo.

Recuerden ustedes que las pautas depresivas en los niños pueden ser muy silenciosas y si a esto le unimos que su mundo comunicacional en este momento no es tan enriquecido que como cuando está en el  jardín infantil o en el colegio, eso puede deparar unas sensaciones de abandono en los niños y las niñas.

Ahí es donde la presencia de los docentes y los padres de familia es muy importante. Les hago la invitación a que las clases no solo sean de conocimientos, es importante escuchar la voz de los niños y las niñas contando sus historias sobre el mundo que están viviendo hoy enriqueciéndolo con las historias de sus compañeritos, que como padres de familia organicemos jornadas cargadas de comunicación verbal, afectiva, cercana, que les permita a sus hijos canalizar la angustia y la ansiedad de un mundo impuesto, que les cambió totalmente la vida y que no tuvieron ni tendrán la oportunidad de elegir.

Trabajemos lo mas que podamos, escenarios llenos de cercanía afectiva con nuestros hijos y que nuestros actos estén mediados por las palabras de cariño y las expresiones emocionales de amor. De ésta manera lograremos equilibrar la ausencia de este proceso que era cotidiano al interior de las aulas de clase y que podrán generar en los niños y niñas evitar el aislamiento social que tanto daño hace.

Los docentes en este particular trabajo de la virtualidad deben construir escenarios que permitan la expresión emocional de los niños y las niñas, como una forma de comprender y adaptarse a éste nuevo mundo, sin perder su esencia ni su naturaleza e invitándolos a sentirse apoyados por ésta nueva red social en la que debe convertirse éste nuevo modelo educativo por el que estamos transitando.

Un abrazo para todos con la infinita convicción, de que saldremos mas fortalecidos en nuestra tarea de ser mejores seres humanos.

lunes, 4 de mayo de 2020

Les propongo...sonreir

Qué debemos tomar todo lo que esta sucediendo con el COVID 19 de manera muy seria? si. Qué debemos ser precavidos y tener presentes todas las recomendaciones hechas por los especialistas para evitar el contagio? Si. Que debemos proteger a las personas que amamos en nuestras casas cumpliendo con la cuarentena de manera adecuada? Si. 
Pero quiero hacerles una invitación y es que asumir una postura de seriedad entorno a una situación compleja y coyuntural como la que esta atravesando el mundo hoy, no supone que dejemos de sonreír en los diferentes contextos con los que nos relacionemos. La risa es tan importante en el ser humano que cuando lo hacemos, se libera una hormona denominada endorfina, que es la encargada de generar sensaciones de bienestar y placer, a su lado también se genera la dopamina, que automáticamente se asocia a una sensación de bienestar psicológico, pero lo mas sorprendente es que se disminuye la producción de cortisol, que es la hormona que determina la presencia de estrés en el organismo. Visto de ésta manera, la invitación es que nos encarguemos como padres de familia a generar situaciones que deriven en la sonrisa de todos en casa.

En éstos últimos días, varios consultantes me han hablado de lo difícil que en ocasiones se puede tornar la convivencia por las muchas razones que suelen presentarse cuando tenemos períodos prolongados de compartir en familia, en donde la presencia física es inevitable, y yo les he hecho una reflexión que me parece importante compartirla aquí con ustedes.

Las emociones que tenemos cuando compartimos constantemente con las personas, no están directamente relacionadas  por ese solo hecho, sino, por la forma como nos relacionamos y nos vinculamos con los otros. Ahí es donde está el quid del asunto.   Cada uno, tiene la posibilidad de elegir como enfrentar las diferentes circunstancias de la vida, pero lo que debemos tener claro es que siempre hay una alternativa a la decisión que tomamos. Yo podría enojarme con mi hijo por que hace algo mal, regañarlo, gritarlo y hasta castigarlo. La otra opción es abrazarlo, hablarle dulcemente, hacerle una reflexión y superar la situación conflictiva. Sin embargo, hay algo que podría ayudarnos a evitar las relaciones de conflicto al interior de los sistemas familiares y tiene que ver directamente con el clima que generamos mientras compartimos en familia. Si nos proponemos a través de un mecanismo como la sonrisa, a ambientar las diferentes situaciones del hogar, generando en los mas pequeños un clima de confianza, de buen humor y de cercanía, si nuestra actitud como figuras parentales es asumir las dificultades con buen genio, intentando que por difícil que parezca, la risa nos ayude a hacer mas llevadera una situación compleja, entonces nuestros hijos terminarán replicando nuestra actitud haciendo de éstos momentos de cuarentena una vida mas llevadera.

Cuando las personas sonríen transmiten calor, sensibilidad, carisma, empatia, aceptación, comprensión y mucha dulzura. Es una forma de vivir con nuestros problemas cotidianos pero eligiendo una actitud de compromiso con la gratitud que tenemos con la vida, por tener nuestra familia, nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos y nuestro trabajo. Nada más gratificante que sentirnos felices por lo que tenemos y no extrañar lo que no poseemos.

Los chats familiares pueden ayudarnos a eso, si nos convocamos a través de pequeños retos que todos deben cumplir, para que la sonrisa aflore mientras diseñamos el mecanismo que nos permita la realización de la actividad propuesta, eso inminentemente influirá en la expresión emocional que tengamos y por consiguiente, en la forma en que interactuemos con los otros. La risa es terapéutica, aflora la mejor condición del ser humano, nos predispone de manera distinta a enfrentar situaciones complejas de la vida. 

Todo lo que le está pasando a la humanidad es muy serio, pero eso no significa que tengamos que estar permanentemente con una actitud de ira o enojo por que las circunstancias nos hayan llevado a cambiar nuestro estilo de vida, tal vez, si nos inventamos uno que vaya mas acorde a ser mas cercanos, afectuosos, agradables, a sentirnos bien con nosotros mismos y con quienes nos rodean, entonces ahí entenderíamos el propósito mismo de la naturaleza...enseñarnos a ser mejores.